Todos hemos oído alguna vez frases populares como «Esto me huele bien».
Hoy sabemos que olores y emociones están legítimamente interrelaciona-dos. Los aromas producen efecto en las personas de un modo totalmente involuntario e inconsciente. Por eso los aromas actúan contra el estrés, ayudan a relajarse o estimulan y nos aportan nueva energía. Pueden cambiar nuestro estado de ánimo, transportarnos a un recuerdo distante e incluso ayudar a crear lazos con nuestros seres queridos.
Podemos aprovechar también estos efectos de los aromas e influir en nuestro propio bienestar incorporando pequeñas rutinas como encender regularmente velas aromáticas en la entrada de casa para relajarnos al llegar a casa, pulverizar bruma textil en las sábanas y almohada para mejorar el descanso o aromatizar el armario. Al uso de inciensos históricamente se atribuyen efectos reparadores en cuanto al bienestar mental y corporal, ayudando a la concentración, a relajar el sistema nervioso y reducir el estrés.
Éste es uno de los principios sobre los que trabajan disciplinas como la Aromaterapia, que a través del uso de aceites esenciales de plantas busca tanto mejorar el equilibrio de la mente y el cuerpo como mejorar la calidad de vida y reducir la tensión, la ansiedad y/o el dolor de forma natural y que brevemente explicamos a continuación.
Estos efectos positivos inconscientes se deben a que el olfato transmite directamente al cerebro, sin procesar la información, una característica única del sentido del olfato, que conecta a la parte más primitiva del cerebro humano, al sistema límbico. Este es el responsable de los sentimientos y el afecto entre otros. Un buen sentido del olfato a su vez también nos preserva de peligros como, por ejemplo, de los alimentos en mal o de las fugas de gas.
Los aromas son algo extraordinario, seguro que has experimentado alguna vez cómo nos trasladan inmediatamente a viejos amores, a vacaciones inolvidables y a personas o momentos de épocas muy pasadas.
*En cierto sentido igual que ocurre con la música aunque, sin entrar en detalles, se trata de un proceso más elaborado que tiene lugar en varias partes del cerebro interconectadas.